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domingo, 5 de septiembre de 2010

Revolución rusa, Revolución China y Revolución Cubana

El ascenso político del socialismo: Revolución rusa, Revolución China y Revolución Cubana

La Revolución rusa de 1917 fue un movimiento político en Rusia que culminó en 1917 con la expulsión del gobierno provisional que había reemplazado el sistema zarista, lo que llevó finalmente al establecimiento de la Unión Soviética, que duró hasta su caída en 1991. En la Revolución pueden distinguirse dos fases:

Ø    La primera fue la llamada Revolución de febrero de 1917, que tuvo lugar en Rusia, marcó la primera etapa de la Revolución rusa de 1917. Ella provocó la abdicación del zar Nicolás II. Esta revolución nació como una reacción a la política realizada por el zar, en particular, la implicación directa de Rusia en la Primera Guerra Mundial, a la cual se oponía una alianza en mayor parte liberal formada por reformistas políticos, quienes querían establecer una asamblea constituyente elegida democráticamente. El régimen naciente resultó de una alianza entre liberales y socialistas, creando un ejecutivo elegido democráticamente y una asamblea constituyente.

En la primera mitad de febrero de 1917, el inicio de una hambruna provocó revueltas en la capital Petrogrado. El 18 de febrero (JU) (3 de marzoGR), la mayor fábrica de Petrogrado, la factoría Putilov, anunció una huelga; se disparó a los huelguistas y algunas tiendas cerraron, lo que provocó insurrecciones en otros centros de producción. El 23 de febrero (JU) (8 de marzoGR), se celebró una serie de mítines y manifestaciones con motivo del Día Internacional de la Mujer que progresivamente alcanzaron un fuerte tono político y económico. Llegado un momento, se envió un batallón de soldados a la ciudad para apaciguar el levantamiento, pero muchos de ellos no sólo prefirieron desertar, sino que se rebelaron contra su jerarquía. Estos acontecimientos obligaron a Nicolás II a abdicar el 2 de marzo (JU) (15 de marzoGR).

Tras frustrarse la primera intención del zar de ceder el poder a su hermano menor, el Duque Mikhaíl Alexándrovich, el ejecutivo quedó a cargo de un gobierno provisional que duraría hasta que se llevaran a cabo elecciones para la creación de una asamblea constituyente. Paralelamente, reaparece el Soviet de Petrogrado, una organización popular que había hecho su primera aparición durante la revolución rusa de 1905. La aparición de los soviets crea una situación de poder dual difícil de articular, ya que ambos organismos pronto competirán por el poder, llevando al país al caos administrativo.

El gobierno provisional que reemplazó al zar estuvo dirigido inicialmente por un aristócrata, el príncipe Georgy Yevguénievich Lvov, quien prometió unas reformas sociales y políticas que incumplió. Después de que su gobierno fracasara, fue sucedido por un socialista, Aleksandr Kérensky. Comoquiera que proseguía participando Rusia en la Gran Guerra, Kérensky fue incapaz de tratar los problemas a los que se enfrentaba el país. El acoso desde la derecha (ejemplificado en el Caso Kornilov) y la izquierda (principalmente de mano de los bolcheviques) expuso al gobierno bajo una creciente presión.

El regreso de Lenin a Rusia en abril fortaleció la posición de los bolcheviques y radicalizó la escena política, en especial con la publicación de sus famosas Tesis de Abril. El 1 de marzo de 1917, el Soviet de los Representantes de los Trabajadores y Soldados de Petrogrado expuso su Orden Número 1, que exhortaba a los militares a obedecer sus órdenes en lugar de las del gobierno provisional. Las diferencias entre ambos fueron agravando con el desgaste producido en la guerra. Mientras la opinión pública clamaba por el fin de la guerra, el gobierno provisional era partidario de seguir la contienda. Los soviets estaban divididos, los bolcheviques estaban totalmente en contra de la guerra, en tanto que los demás partidos no querían la rendición rusa.

En este escenario se producen las Jornadas de Julio, durante las cuales una gran multitud salió a las calles a pedir el fin de la guerra y el traspaso de «todo el poder a los soviets». En agosto, el intento de golpe de Estado por parte del general Kornílov dio vigor a los movimientos intransigentes de izquierda y terminó de debilitar al Gobierno Provisional.

Al final, el régimen instigado por la Revolución de Febrero sería reemplazado por la fuerza durante la Revolución de Octubre.

Ø    La segunda fase fue la Revolución de octubre,  también conocida como Revolución bolchevique, fue la segunda fase de la Revolución rusa de 1917, tras la Revolución de Febrero.

La denominación de hechos históricos determinantes por los meses proviene de una costumbre francesa (periodos de brumario o thermidor para la Revolución francesa, revolución o monarquía de julio para los acontecimientos de 1830 y Luis Felipe de Orleans). En España se acostumbraba a motejar al franquismo como el Régimen del 18 de julio. Es curioso señalar que la fecha octubre, inmortalizada por la épica revolucionara y el título de la película de Sergéi Eisenstein, corresponde al calendario juliano vigente en la Rusia zarista, después abolido por la Revolución. En el resto del mundo, bajo el calendario gregoriano, las fechas serían del mes de noviembre.

La Revolución de Octubre fue liderada por los bolcheviques bajo la dirección de Vladimir Lenin y significó la primera revolución comunista declarada del siglo XX. Las actividades revolucionarias en Petrogrado, que acabaron siendo decisivas, estuvieron comandadas por el Comité Militar Revolucionario. Este comité era formalmente una organización del sóviet de la capital, cuyo presidente era León Trotsky, pero virtualmente estaba controlado por los bolcheviques.

La revolución culminó con una insurrección militar-popular que derribó al gobierno provisional, y conduciría a una guerra civil (19181920) y a la posterior creación de la Unión Soviética en 1922.

Causas de la Revolución rusa.
La Revolución rusa fue uno de los más importantes hechos ocurridos en la época contemporánea. Su impacto fue palpable tanto en América como Europa. Aunque la Revolución no hizo expandir el comunismo como un efecto inmediato, les dio a otros países convulsos del tercer mundo un ejemplo a seguir. Décadas después, el modelo filosófico/gubernamental tomaría renovada notoriedad a medida que Rusia, convertida en un estado socialista y en una superpotencia económica y militar, se enfrentara a los Estados Unidos en la Guerra Fría.

En cualquier caso, las dos revoluciones de 1917 se dividieron en dos grandes partes: la caída del régimen zarista (Revolución de Febrero) y la creación del primer estado socialista del mundo (Revolución de Octubre). Las causas de estas dos revoluciones abarcan las situaciones políticas, sociales y económicas de Rusia en la época. Políticamente, el pueblo ruso odiaba la dictadura del zar Nicolás II. Las bajas que los rusos sufrieron durante la I Guerra Mundial debilitaron aún más la imagen de Nicolás. Socialmente, el régimen despótico del zar había estado oprimiendo al campesinado durante siglos. Esto provocó tensiones dentro de la clase baja rural que desembocó en altercados. Económicamente, la inflación y el hambre por toda Rusia contribuyeron asimismo a la revolución.

Definitivamente, una combinación de estos tres factores, combinados con el liderazgo de Vladimir Lenin y León Trotsky, condujeron irremisiblemente a la Revolución rusa.

Causas económicas

Las causas económicas de la Revolución rusa se atribuyen en gran medida a la mala gestión del zar, sumada a la I Guerra Mundial. Más de quince millones de hombres se unieron al ejército, que dejó un número insuficiente de trabajadores en las fábricas y las granjas. El resultado fue una escasez generalizada de alimentos y materias primas. Los obreros tuvieron que soportar terribles condiciones de trabajo, incluyendo jornadas de doce a catorce horas y bajos salarios. Se desencadenaron cuantiosas revueltas y huelgas reivindicando mejores condiciones y mayores salarios. Aunque algunas fábricas accedieron a las peticiones para elevar los salarios, la inflación de guerra anuló su efecto. Hubo una protesta ante la que Nicolás respondió con violencia (véase Causas políticas); en respuesta, los trabajadores de la industria fueron a la huelga y paralizaron de hecho el ferrocarril y el resto de redes de transporte. Las pocas mercancías que estaban disponibles no podían llevarse a su lugar de destino. Los precios se dispararon a medida que los bienes esenciales eran cada vez más escasos. En 1917, el hambre amenazaba a muchas de las grandes ciudades. El fracaso de Nicolás en resolver los problemas económicos de su país y la promesa del comunismo por aplacarlos compuso el núcleo de esta revolución.

Causas sociales

Las causas sociales de la Revolución tienen su origen en siglos de opresión del régimen zarista sobre las clases bajas, además de los desmanes de Nicolás en la I Guerra Mundial. Aproximadamente un 85% del pueblo ruso formaba parte del campesinado, oprimido por las clases superiores y el propio régimen.

El vasallaje, asociado comúnmente con la Edad Media, describe con precisión la situación social de la Rusia de Nicolás: Una pequeña clase de nobles terratenientes controlaban una vasta cantidad de siervos. En 1861, el zar Alejandro II de Rusia emancipó a estos campesinos no por razones morales sino porque impedía el avance social de Rusia. Sin embargo, esta nueva libertad fue de carácter limitado, dado que no tenían ninguna tierra que cultivar. Como resultado, el gobierno elaboró nuevas leyes que les otorgaban pequeñas parcelas que trabajar. Sin embargo, la cantidad de tierra que se les cedió fue insuficiente, con lo que se desencadenaron enormes sublevaciones.

La I Guerra Mundial sólo aumentó el caos. La ingente demanda de producción industrial de artículos de guerra y obreros causó muchas más insurrecciones y huelgas. Además, como se necesitaban a muchos trabajadores en las fábricas, los campesinos emigraron a las ciudades, que pronto se vieron superpobladas, viviendo bajo condiciones que rápidamente empeoraron. Para colmo, mientras que la cantidad de alimentos requerida por el ejército era cada vez mayor, el abastecimiento tras el frente se empobrecía más y más. En 1917, el hambre amenazaba a la mayoría de las grandes ciudades. La suma de todos los factores anteriores contribuyó a un creciente descontento entre los ciudadanos rusos, que posteriormente desembocaría en la Revolución.

Causas políticas

La faceta política de la Revolución rusa es, esencialmente, el resultante de la combinación de los problemas sociales y económicos mencionados arriba. Desde al menos 1904, los trabajadores de clase baja de Rusia sufrieron una calamitosa situación económica.

Muchos de ellos trabajaban once horas al día. Las condiciones de salud y seguridad en el trabajo eran sombrías, y los salarios bajaban. Se produjeron numerosas huelgas y protestas con el paso del tiempo. Casi todas fueron ignoradas por Nicolás o reprimidas, en ocasiones de una manera violenta y mortífera. El intento fracasado de conquista de Manchuria fue también muy impopular entre el pueblo. Parte de la clase intelectual (educada en muchos casos en Occidente) también rechazaba la autocracia zarista. En 1915, la situación se tornó crítica cuando Nicolás decidió tomar el control directo del ejército, supervisando personalmente el frente de guerra y dejando a su incapaz esposa Alejandra al cargo del gobierno.

Sobre octubre de 1916Rusia había perdido entre 1,6 y 1,8 millones de soldados, a los que había que añadir dos millones de prisioneros de guerra y un millón de desaparecidos. Poco ayudaron estas cifras a la moral del ejército. Empezó a haber motines, y en 1916 empezaron a circular rumores de confraternización con el enemigo. Los soldados estaban hambrientos y faltos de calzado, munición e incluso de armas.

Se culpó a Nicolás de estas calamidades, y el pequeño apoyo que todavía le quedaba empezó a tambalearse. A medida que este descontento general y odio hacia Nicolás II crecían, la Duma (cámara baja del parlamento ruso representada por terratenientes, ciudadanos, trabajadores de la industria y campesinos) emitió una advertencia al zar en noviembre de 1916 declarando que se avecinaba el desastre sobre la nación si no se ponían en marcha reformas constitucionales. Como era de esperar, Nicolás hizo caso omiso. El resultado no se demoró, y varios meses después el régimen colapsó durante la Revolución de febrero de 1917. Un año después, el zar y su familia fueron ejecutados.

La Revolución rusa en el mundo

Hay quien dice que la revolución rusa fue ideada para extenderse a través de todo el mundo. Lenin y Trotsky dijeron que la meta del socialismo en Rusia nunca se llevaría a cabo sin el éxito del proletariado mundial en otros países, como se vio en la Revolución Alemana. Sin embargo, hasta el día de hoy, este asunto es objeto de opiniones contradictorias por varios grupos y partidos marxistas sobre la historia comunista.

Algunas fuentes declaran que fue Stalin el primero en rechazar la idea, afirmando que el socialismo era posible en un solo país.
En cambio otras fuentes (principalmente trotskistas) afirman que esto fue simplemente una excusa de Stalin y sus seguidores para revocar los avances democráticos obtenidos durante la revolución y consolidar su dictadura burocrática.

La confusión sobre la postura de Stalin en la materia deriva del hecho de que, después de la muerte de Lenin en 1924, manejó con éxito el argumento de éste (el triunfo del socialismo necesita del esfuerzo de los trabajadores en todo el mundo) para derrotar a sus competidores en la sucesión acusándoles de traicionar a Lenin y, por extensión, los ideales de la Revolución de Octubre. También mandó ejecutar a muchos de ellos durante la Gran Purga.

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